Cómo es el currículo en el enfoque Reggio Emilia

Fuente:Tomado y traducido de http://bellellieducacion.com/blog/2014/10/27/curriculum

Gandini: La gente suele preguntarse qué tipo de planificación curricular se aplica en el enfoque Reggio Emilia. Malaguzzi: Nuestras escuelas no han tenido, ni tienen un currículo planificado con unidades y subunidades (planes de lecciones), como a los conductistas le gusta. Esto sería empujar nuestras escuelas hacia la enseñanza sin aprendizaje, en cambio, todos los años cada escuela delinea una serie de proyectos relacionados, algunos de corto y otros de largo alcance. Estos temas sirven como los principales soportes de la estructura, pero entonces le corresponde a los niños la dirección de los acontecimientos, y a los maestros determinar si el edificio resulta ser una cabaña sobre pilotes o un edificio de apartamentos, o lo que sea. Por supuesto que los bebés, niños pequeños y maestros de primaria no empiezan cada año escolar desde cero. Ellos se encuentran ubicados en un patrimonio de talento, conocimiento, experiencias, investigación, documentación y ejemplos que muestran los éxitos y fracasos. Los maestros siguen los niños, no planes. Las metas son importantes y no se pierden de vista, pero lo más importante es el por qué y el cómo se llegan a ellos. Reconocimiento es una palabra fuerte en nuestro vocabulario. Nuestras escuelas empiezan con un vuelo de reconocimiento sobre todos los recursos humanos, ambientales, técnicos y culturales. Luego se realizan más misiones de reconocimiento para obtener una visión completa de la situación: entre instituciones y las familias, el equipo pedagógico, la administración de la ciudad y los funcionarios electos. Además, los profesores hacen viajes de reconocimiento a través de talleres, seminarios y reuniones con expertos en diversos campos. Lo que los educadores adquieren por discutir, proponer, y aportar nuevas ideas no sólo es un conjunto de herramientas profesionales, sino también una ética de trabajo que da más valor a ser parte de un grupo y de tener la solidaridad interpersonal, mientras que al mismo tiempo fortalece la autonomía intelectual. El apoyo que resulta de una educación de reconocimiento itinerante nos da una gran fuerza y ​​ayuda. No hay una mejor evaluación de nuestro trabajo que esto. Gandini: Los niños son los que dan forma a su experiencia en la escuela en lugar de ser moldeados por esta. ¿Cómo influye este principio sus opciones acerca de cuáles experiencias se deben ofrecer a los niños? Malaguzzi: la escuela para los niños pequeños tiene que responder a los niños: Debe ser un rodeo gigante donde aprenden a montar 100 caballos, reales o imaginarios. Cómo acercarse a un caballo, cómo acariciarlo, y cómo mantenerse cerca de él, todos estos son aspectos de un arte que se puede aprender. Sí hay reglas, los niños aprenden estas. Si se caen, se vuelven a parar. Es cierto que no tenemos planificación y planes de estudio. No es cierto que nos basamos en la improvisación, que es una habilidad envidiable. No confiamos en el azar tampoco, porque estamos convencidos de que lo que todavía no sabemos podemos hasta cierto punto anticiparlo. Lo que sí sabemos es que para estar con los niños es necesario trabajar un tercio con certeza y dos tercios con la incertidumbre y lo nuevo. Un tercio que es la certeza nos hace comprender y tratar de entender. Queremos estudiar si el aprendizaje tiene su propio flujo, tiempo y lugar; cómo el aprendizaje puede ser organizado y alentado; cómo las situaciones favorables para el aprendizaje pueden prepararse; qué habilidades y esquemas cognitivos se justifican reforzar; cómo avanzar con palabras, gráficos, pensamiento lógico, lenguaje corporal, lenguaje simbólico, fantasía, narracion y argumentación; cómo jugar; cómo fingir; cómo se forman las amistades y se disipan; cómo las identidades individuales y de grupo se desarrollan; y cómo surgen las diferencias y similitudes.